Capítulo 4: Binario

Este capítulo no tiene tanta acción sangrienta como los otros xD

Igual espero les guste ^^ [[pongan atención en los "pequeños" detalles =P ]]

Saludos!! ;D

Capítulo 4: Binario.

ShawShadows... Es... Una amenaza mortal.

-”¡Salgamos a divertirnos!”-

-”No, lo siento... No puedo...”-

-”¿Qué?, ¿Por qué no?”-

-”Tengo trabajo.”-

-”........”-

Nadie conoce su verdadero nombre, después de la muerte de sus padres, el niño de aproximadamente 2 meses de nacido fue a un orfanato. Permaneció dentro solo siete meses. Después de ese tiempo, fue secuestrado por una pareja. Lo robaron de orfanato.

El niño no creció con alguien para jugar o con una silueta paterna, el solo conoció un ordenador viejo y desecho. Tampoco conoció lo que eran los juguetes o los amigos, la escuela... El no sabia la gente se podía divertirse. No sabía que era divertirse. Su cuarto fue durante mucho tiempo un cubo de 3 x 3 x3 metros. El conocía “esas personas” pero no sabia exactamente quienes eran, ellos solo le decían que debía hacer, él solo hacía lo que ellos le ordenaran.

El encarcelamiento provocó un ocio tremendo que, ese ocio, terminó desbastando millones de computadoras de todo el mundo.

Tenía siete años y aproximadamente 200 sobrenombres en Internet.

La gente creía que habían muchos crackers poderosos por ahí pero no sabían que hablaban de uno solo, de Shaw.

El conocimiento era lo que lo alimentaba en las ayunas, era su postre en la comida y sus sueños durante la noche. Desarrolló increíbles sistemas matemáticos y programas de computadora asombrosos.

A la edad de 12 años descubrió que era difícil que aprendiera algo nuevo en cuestiones informáticas, no habían barreras para él. ¿Su mejor amigo? El sistema binario.

Llegó a un punto de su soledad en el cuál, él ya no quería utilizar teclados convencionales. Inventó el suyo propio, un teclado de dos teclas: botón de 0 y botón de 1. Eso ya era demasiado, una burla al mundo.

Su capacidad de lectura en binario era mucho mas que asombrosa, leía por lo menos 15 mil bits por segundo. Su mirada se perdía mientras veía pasar el montón de unos y ceros por el monitor. Sus dedos eras veloces, ágiles. Escribía sus lineas binarias a la velocidad que iba leyendo.

El ya no necesitaba aprender más, la gente podría aprender demasiado de él.

Un día conoció la música, el la leyó.

A los doce años se fue de su casa, lo corrieron. Le permitieron quedarse con la ropa que llevaba puesta y con una laptop un poco vieja. A él no le importó que lo corrieran, pero no sabía a donde ir.

Bajo el Sol de una tarde sin esperanzas comenzó a caminar en linea recta. Apreció todo lo que en 12 años no conoció, personas, niños de su edad que corrían tras un balón o algún perro callejero, el solo había visto fotos de cosas parecidas pero jamás lo había vivido.

No sabía a donde ir o hacia donde caminar.

Caminó durante horas buscando un refugio para pasar la noche pero no encontró nada. Durmió con frío toda la noche, acostado en la banca de un parque.

Durmió en exceso, más de lo que habría dormido en alguna noche normalmente. Realmente estaba cansado. A pesar del frío ambiente y del ruido de la noche, descansó. Sus ideas se ordenaron. Se refrescó la mente. Podrían llegar a pensar que era un zombie al paso que iba.

Al amanecer unos niños se encontraba presionando su cara un palo.

-”¿Seguirá vivo?”-

Abrió sus ojos lentamente. !Flojera, flojera!

-”Váyanse niños, por favor...”-

Y los niños se fueron.

Se levantó, su oscuro cabello le cubría los ojos. Su playera se había manchado con algunas porquerías de la sucia banca esa. Se levantó y comenzó a caminar de nuevo. Iba con la cabeza hacia abajo, no escuchaba el ruido de los demás pero no le interesaba saber. No quería saber que la podrido estaba el mundo o que iba a suceder. Sabia que algo ocurría pero eso no le importaba. Pero algo que serio estaba pasando.

Sirenas corrían a su lado, autos, ambulancias, patrullas... La gente corría en todos los sentidos, la gente iba de arriba para abajo, subía y bajaba, entraba y salia, vivía y moría. Aún así, Shaw caminaba contra la corriente, la gente pasaba a su lado y tropezaba, le golpeaba, pero el continuaba caminando mirando hacia el suelo. Notó que llevaba tiempo dejando rastro de sus pisadas, había pisado sangre... Y el escándalo terminó.

Un hombre de por lo menos dos metros estaba estorbando el camino de Shaw. El niño observaba su calzado, miraba su pantalón ensangrentado y fue subiendo poco a poco su mirada. Sus brazos, hombros y abdomen estaban enrollados por cadenas, estaban ajustados. Siguió observándolo hasta ver su rostro, era un hombre realmente alto, sus miradas se perdieron mutuamente.

-”Tú me recuerdas a mí, mi pasado, quien realmente soy yo.”- Ese hombre se lo dijo un poco serio.

-”Mi nombre no es algo que la gente conozca, yo soy Shaw.”- Era sorprendente que no se asustara.

-”Shaw... Lo recordaré...-

Y huyó.

Basura.

Tomó su laptop y corrió a una cabina telefónica cercana, arrancó un teléfono y comprobó la linea. Dio unos cuantos soplidos al conector del cable y lo conectó al teléfono. Esperó unos segundos y comenzó a teclear rapidísimo y en segundos comenzó a sudar. Una leve sonrisa se asomaba por el borde de sus mejillas, se sentía emocionado, jamás había experimentado lo que estaba haciendo. Desde su pantalla, radiaba el monitor de la cabina de un avión. Era un avión militar. Dentro de él solo tripulaban 2 humanos, pero mucho poder destructivo. Armas, misiles, cualquier cosa que te puedas imaginar con la intención de destruir. Por fortuna de Shaw, todo estaba destinado a ser un avión totalmente electrónico, no necesitabas la utilización de un humano para poder controlarlo, incluso, podrías usarlo remotamente sin ningún problema. Quizá con Shaw vivo, eso era una desventaja.

Pasaron un par de minutos, Shaw solo tecleaba, de vez en cuando inclinaba la cabeza, como para darse un descanso de 3 segundos pero nunca dejaba de teclear. Cuando sus dedos dejaron de moverse, tomó un gran respiro y presionó una sola tecla, enter.

Una pequeña sonrisa se dibujó en la amarga cara de Shaw pues, logró tener el acceso total de avión sin que nadie pudiese hacer nada para evitarlo.

Entonces decidió divertirse un poco. Manejó el avión a su gusto durante un poco de tiempo hasta que le llegaron algunas amenazas, esto no le importó.

Emoción, destrucción. Euforia, destrucción.

Una pantalla se enciende en un cuarto oscuro.

“Si las cosas siguen así, ese tipo puede causar la peor de las peores destrucciones. Yo puedo detenerlo.”

El monitor de la computadora de uno de los principales generales de Rusia se encendió. Sujetaba su cabeza con las manos hasta que comprendió el mensaje, se sintío un poco aliviado, el suicido solo habia considerado.

En su computadora tecleó, “Compruebalo.”

La pantalla se desvaneció y comenzaron a aparecer letras blancas de nueva cuenta: “Necesito 10 billones dolares anuales y trabajaré para tí”

El comandante no entendía bien la situación, la red donde estaba era de las mas seguras del mundo pero aún así el estaba ahí escribiendole, “Hecho, para empezar, recupera el avión...”

Parecia que Shaw habia conseguido su verdadero primer objetivo. La señal del avión detectaba que dos personas podian controlarlo al mismo tiempo. Shaw tecleaba inclusive más rápido, no podia dejar de hacelo, todo dependia de ello. Un segundo de distracción y habria perdido. Pero el avión tan solo se balanceaba, se movia bruscamente hacia todos lados. Parecia que el otro sujeto sabia exactamente lo que hacia, y parecia estarle dando una buenta contienda a su retador. Fueron varios minutos de pelea, se crearon millones de lineas de codigo y comandos. Fue realmente una experiencia increible para Shaw. Pero todo acabó.

Uno de los dos decidió soltar una bomba justamente donde habian centenares de personas, su impacto fue tal que el mismo avión murio junto con sus tripulantes.

Ahí terminó el principio de la leyenda de Shaw.

Ahí comenzó otra fría y mortal enemistad entre dos Dioses.

Osuka.